La localidad de Porrera, en pleno corazón del Priorat, se encuentra rodeada de abruptas laderas de “llicorella”, característica pizarra parda descompuesta que aporta carácter a estos suelos. Es en éste entorno donde se ubica Els Igols, nombre heredado en honor de las primeras plantaciones que el abuelo de la familia Ametller tuvo que “moldear” con mucho trabajo, esfuerzo y tesón. Son éstas algunas de las viñas de más difícil laboreo del mundo, todo un ejemplo de viticultura heroica en condiciones extremas. La especial interacción entre estos suelos, el clima de la zona que somete a las viñas a grandes contrastes térmicos y las variedades plantadas hacen de los nuestros unos vinos únicos.

En nuestras viñas se cultiva la variedad autóctona garnacha y dado su carácter de viña vieja, con cepas entre 60 y 70 años de antigüedad, la producción es muy escasa alcanzando el 1/2 kg por cepa, que se utiliza para elaborar Els Igols, esencia del Priorat.

Nuestro objetivo es elaborar un buen vino, honesto y sin envoltorios. Un vino que guarda la huella de su suelo, de su clima y de sus variedades, que es capaz de hacerte disfrutar y sentir nuestro Priorat sin complejos.

Compartimos contigo el resultado de nuestro esfuerzo y dedicación porque nos sentimos orgullosos de él. Nos hemos esforzado para que tengas en la copa un vino único, y al menos tan bueno como los mejores.

Estos vinos representan la esencia del Priorat, una tierra dura, un paraje de pizarra y costers vertiginosos donde el trabajo que el hombre debe hacer para obtener el fruto de la vid se puede definir como heroico, pero que finalmente se convierte en este tesoro que nos gratifica.

Es un inmenso placer y un orgullo poder ofrecerle estos vinos para su disfrute, para compartir con ellos los momentos especiales, y olvidar las prisas del día a día con una copa entre las manos.