El origen de la marca TAUTE hay que situarlo a comienzos del siglo X, en paralelo a la creación del Reino de Nájera y posterior traslado de la corte desde Pamplona. Este Reino de Nájera y Pamplona, de la mano de la dinastía Jimena (periodo de Sancho I hasta Sancho III) fue el verdadero artífice del inicio de la reconquista en la península.

La repoblación de las tierras reconquistadas, el boato asociado a la corte y la proliferación de monasterios donde practicar los ritos cristianos, obligaron entre otras actuaciones a aumentar la plantación de viñedo y la producción de vino, recuperándose en las tierras de rioja alta y media una actividad aletargada durante la ocupación árabe de este territorio junto al río Ebro.

Tiempo de Monjes, Condes y Marqueses, para los que era honor dar buen vino a sus huéspedes y en la que los vinos del Marques de Taute debieron ganarse una merecida fama por su elevada calidad.

Los viñedos del marquesado estaban situados en las tierras de su propiedad conocidas como “tierras del zorro” (de ahí el origen del nombre de Taute, por el tauteo del zorro), terreno no apropiado para la siembra de cereal, pero con un suelo de características calcáreas donde se asentaban los mejores viñedos del reino. Queremos pensar que era de allí de donde salía el suministro de los vinos de la corte.

Vinos reflejo de una tierra con personalidad, situada en pleno corazón de la Rioja Alta. Nuestros tintos se caracterizan por su equilibrio en grado, color y acidez. De sabor suave y elegante con un cuerpo y estructura bien compensados. Vinos con un claro predominio afrutado y varietal de jóvenes, que se vuelve aterciopelado cuando envejecen en barrica.

Gama muy versátil, que marida perfectamente con la más variada gastronomía, lo que unido a su amabilidad y fácil beber, constituyen una de las claves de su éxito.